domingo, 19 de diciembre de 2010

X (la última) Bienal Internacional



X (la última) Bienal Internacional
de Poesía Visual-Experimental
(1ª etapa, Nov. 2008)
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Inauguración de la XBIPVE: Araceli Zúñiga y César Espinosa

El 6 de noviembre tuvo lugar la inauguración de la primera parte de la X (La última) Bienal Internacional de Poesía Visual-Experimental (XBIPVE), en el plantel Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana, donde se exhibió una selección del archivo. Las dos siguientes y conclusivas secciones de la bienal, con una exposición de obras recibidas especialmente para esta décima edición, se efectuarán a lo largo de 2009 en el Museo Universitario del Chopo de la Ciudad de México, y un ciclo de acciones poéticas, mesas redondas y presentaciones, muestras de videopoesía y poesía digital en el espacio Ex Teresa Arte Actual.

Las razones para declarar clausurada esta Bienal de poesía visual-experimental se resumen en el intento de seguir operando como un organismo y, quizás, una fundación. Al respecto, va aquí el texto de apertura de esta primera etapa, por Araceli Zúñiga y César Espinosa, así como uno de los textos recibidos para formar parte del debate para debatir y poner en revisión el estatuto del texto sonorovisual poético y redimensionarlo ante y mediante los recursos que ofrecen el conocimiento y la tecnología de nuestros días: DESBORDE DE LOS LÍMITES: ARTE CORREO Y POESÍA VISUAL. ESPECIES HÍBRIDAS, por Silvio de Gracia.

Con la Directora del Museo Universitario del Chopo
(UNAM): Maestra Alma Rosa Jiménez.


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Intervención de Araceli Zúñiga en
la Inauguración de la X Bienal

Hoy estamos aquí reunidos para dar comienzo a la primera de tres partes, en total, que representan la décima y última Bienal Internacional de Poesía Experimental.

Cerramos ahora un ciclo, damos vuelta a la página, doblando la esquina, cambiando el paso, mirando para otro lado, rasgándonos la boca para que nuestras palabras salgan también desgarradas. Otras. Diferentes. En busca de los nuevos alfabetos y de las otras formas que nos representarán a partir de este momento, con otros formatos.

Terminamos un ciclo de veintidós años con experiencias múltiples, con afectos, encuentros y desencuentros naturales en este tipo de actividades paralelas a las artes convencionales en México y en el mundo. Hemos sido y somos una Bienal Internacional real. Hemos convocado a muchos artistas extranjeros, a miles, tal vez, y hemos recibido trabajos que hoy conforman un amplísimo archivo, único en México, de poesía manifestada en una amplia variedad de múltiples y sinestésicas posibilidades de experimentación.

El "Presidente de México"
(Víctor Sulser) corta el listón
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¿Qué pasará con este archivo de poesía sonora, visual, libro objeto, libros y textos teóricos en torno a la experimentación de la palabra multidimensional? No lo sabemos, pero sí es verdad que tendremos que entregarlo a una institución para su preservación y clasificación, en calidad jurídica de comodato.

En noviembre del 2001, durante la VII Bienal Internacional de Poesía Experimental, en el Jardín Borda, de Cuernavaca, Morelos, recordamos que el matemático Jacobi escribió alguna vez que el único fin de la ciencia era la honra del espíritu humano....

Performance de Víctor Sulser
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Estamos viviendo, entonces, los inicios de una nueva revolución, que será evolución o involución, dependiendo del uso que hagamos del lenguaje. De la escritura. De la palabra en sus múltiples dimensiones. Esta actual revolución perceptual, conceptual, pone en remojo y bajo revisión radical los conceptos sobre ciencia, humanismo, arte, tecnología… y espíritu humano.

El arte de la posvanguardia –no objetual, con soportes no tradicionales y utilizando a la tecnología para potenciar sus propuestas- tiene que ver, como mencionan Umberto Eco, Omar Calabrese y otros semióticos no ortodoxos, tiene que ver con unos procesos, unos flujos que conciernen no a obras, individualmente, sino al conjunto de mensajes que circulan a través del territorio del arte y la comunicación.

Proyectos radicales de escritura/lectura pertenecientes a la nueva imprenta y al nuevo libro. Proyectos de/con las palabras que, como neurotransmisores, recorren nuestro cuerpo social oxigenando y nutriéndo(nos), eliminando las células muertas.

Desde finales de los años setenta, primero con el arte urbano, callejero, y en las unidades habitacionales populares, como parte de Los Grupos, y luego desde los años ochenta con el Arte Correo y el inicio de las Bienales Internacionales de Poesía Experimental, César Espinosa y yo, junto con muchas y muchos colegas y cómplices más, hemos trabajado por abrir los espacios para estos conocimientos emergentes.
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Con los artistas Katnira Bello
y Víctor Sulser

Las obras que nos circundan este día, incluidas las formas Pías (Saludos, Maris Bustamante) –performance, instalación, ambientación–, y desde luego la poesía sonora y visual, el arte digital y el videoarte, son obras (im)pías, mestizas, “impuras”: transgredidos los géneros, transdisciplinadas las palabras, subvertidos los órdenes, rebasadas las líneas fronterizas del pensamiento lineal, salpicadas por los lodos conceptuales de las ciberculturas.

La riqueza y complejidad del pensamiento actual no pueden ya ser expresadas únicamente a través del lenguaje verbal, sonoro o visual tradicionales.

Perfomance de Katnira Bello

Nos acompañan en este evento nuestros anfitriones de esta primera etapa, en la UAM Azcapotzalco, el doctor Adrián de Garay Sánchez, acompañado del diseñador Jorge Morales, coordinador de extensión universitaria, cómplice y simpatizante de estos trabajos, así como la Directora del Museo del Chopo de la UNAM, maestra Alma Rosa Jiménez, acompañada por Pancho López, responsable de eventos especiales de dicho museo y promotor de Performagia, así como de Carlos Jaurena, Director de ex Teresa Arte Actual, del INBA.

Tres instituciones que generosamente nos albergan y signarán el libro/catálogo de las diez Bienales. Los saludamos con afecto y les ofrecemos nuestro enorme agradecimiento.
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Performance de Katnira Bello
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Agradecimiento, asimismo, para los jóvenes que de manera comprometida y profesional han logrado la magia de este encuentro y de estos días circulares, Tania Samara Aguilar Cruz y Federico Martínez Montoya. Así como a Mónica Figueroa e Israel Aldana. Gracias al maestro Germán Calderón. A Mauricio Guerrero y Félix Beltrán, catedráticos de la UAM, y al artista multimedia y cómplice nuestro desde varias Bienales atrás, Juan José Díaz Infante.

Hoy nos acompañan, también, como lo han hecho durante años, Katnira Bello, artista visual y coordinadora del grupo Aleatorio, que es ante todo un no-colectivo, como aleatoria es la posibilidad de que este tipo de vinculaciones y agrupaciones en torno a la posibilidad de presentar piezas avance en un futuro. Y Aleatorio es mi deseo, enfatiza Katnira Bello, de poder conformar un grupo más estable que eventualmente pudiera “tomar por asalto” algunos espacios públicos para llenarlos con arte acción por un instante. Un instante como este, precisamente.

Y, finalmente, les presento a Víctor Sulser, artista visual y presidente de la república.

Muchas gracias por acompañarnos una vez más.




Trabajo de Mónica Figueroa e
Israel Aldana

DESBORDE DE LOS LÍMITES: ARTE CORREO Y POESÍA VISUAL. ESPECIES HÍBRIDAS

Silvio De Gracia
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Una de las notas sobresalientes del arte contemporáneo es la hibridación de los géneros que se sostiene en un proceso de continua experimentación y que lleva a redefinir las prácticas artísticas como prácticas contaminadas y contaminantes. La hibridación supone que ningún lenguaje o disciplina se encuentra ya en estado puro, sino sometida a una serie de cruces y desplazamientos de fronteras que provoca un desmontaje de todas las categorías tradicionales y la aparición de nuevas formas de producción. Los procesos creativos se nutren de una multiplicidad de recursos y lenguajes en una dinámica de contaminación permanente. “Contaminar” es quebrar los límites disciplinares para dar origen a formas artísticas inéditas e inclasificables; y cada uno de estos productos es al mismo tiempo contaminante, es decir, capaz de encerrar en sí mismo un germen de contaminación transmisible.


Probablemente el arte correo y la poesía visual, dos expresiones históricamente marginales en el mundo del arte, se hayan adelantado en muchos años no sólo a los conceptos de hibridación y contaminación, sino también a los de interactividad, globalización, obra en proceso, multidisciplinariedad y trabajo en redes. Basta analizar el desarrollo del arte correo desde que fuera fundado por Ray Johnson a inicios de los 60’s, para comprender que este movimiento ha prefigurado formal y conceptualmente una vasta zona de los paradigmas de producción del arte contemporáneo.
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En tanto el arte correo ha aspirado desde sus orígenes a la máxima libertad creativa, su práctica se ha basado en un quiebre permanente con la especialización académica y en un desbordamiento de los límites entre lo artístico y lo no artístico. Estas premisas, que hoy acoge el arte contemporáneo con naturalidad, han fijado la índole eminentemente híbrida del arte correo y han anticipado una vigorosa fractura epistemológica donde se confunden y se anulan todas las delimitaciones disciplinares.

No hay técnica o género que el arte correo no haya explorado e incorporado a su flujo creativo, y casi no hay soporte o tecnología que no haya alimentado el continuo proceso de expansión de su red, la Eternal Network que definiera Robert Filliou. Todo se combina y se resignifica de modo indiscriminado: desde el collage y el fotomontaje, hasta el correo electrónico y la filatelia apócrifa, pasando por el fax, el video, la fotocopia, grabado, Net-art, poesía visual y/o experimental, CD-Rom, fotografía, cómic, Internet, sellos de caucho, sobres intervenidos y postales. Por esto es que algunos explican o definen al arte correo como la sumatoria de todas sus emergencias.

La poesía visual es también una especie híbrida, inclasificable e indefinible. Representa una ruptura formal y conceptual con la poesía tradicional, donde el eje excluyente de la creación era la palabra y su dimensión semántica. La poesía visual subvierte los límites tradicionales de la poesía verbal mediante el cruce entre texto e imagen; se desplaza desde la unidimensionalidad significante del signo lingüístico hacia un aprovechamiento plástico o espacial de las letras y palabras, dando origen a un nuevo “texto visual” que encierra una ambigüedad de sentidos casi inagotable.

De la experimentación poética deviene entonces una nueva forma de hacer poesía que ha tenido un gran desarrollo y numerosas ramificaciones y tendencias. Poesía que ha llevado el concepto de hibridación a un nivel inusitado, por cuanto no implica tan sólo una mezcla de géneros dentro de un mismo campo creativo, como ocurre en la mayor parte del arte visual contemporáneo, sino un mestizaje inédito entre distintas ramas del arte. La poesía visual encarna una especie híbrida superlativa porque ha desdibujado y violentado las fronteras entre el arte y la literatura.

Por su condición de arte híbrido, la poesía visual permanece básicamente relegada a territorios alternativos o periféricos dentro de la historia del arte. Ni siquiera hay consenso en cuanto a su inclusión definitiva dentro de las artes visuales o de la literatura, ni contamos con una definición más concluyente que aquella elusiva e insatisfactoria que la nombra como “poesía que se mira y se lee”.

Tanto el arte correo como la poesía visual comparten un origen contaminado, pero también mantienen una estrecha vinculación en su desarrollo histórico. Condenados a sobrevivir en los bordes del escenario del arte, despreciados y hasta ignorados por la crítica, ambos lenguajes pudieron reconocer sus puntos de contacto y llegaron a intensificarlos a través de una asociación fructífera y duradera. Posiblemente, fueron los poetas experimentales quienes primero se sorprendieron al encontrar en los principios del arte correo y en su canal de circulación, una vía muy válida para intentar superar las dificultades de la difusión y la escasa receptividad de sus propuestas.

En Latinoamérica, poetas emblemáticos como el argentino Edgardo Antonio Vigo o Clemente Padín, habrían llegado al arte correo a través de las corrientes de la poesía experimental y de las publicaciones que ellos mismos editaban. Estas publicaciones, centradas originalmente en el amplísimo campo del experimentalismo poético, no tardarían mucho en vincularse al arte correo y en convertirse en voceros privilegiados de este movimiento. Algo semejante puede afirmarse de otros muchos poetas y corrientes experimentales que pronto enriquecieron al arte correo con una amplia gama de aportes, como la poesía visiva italiana o las distintas tendencias de la poesía concreta brasileña.

El arte correo, siempre abierto a la incorporación de nuevos recursos comunicativos, habría de encontrar en la poesía visual y experimental líneas de renovación que rápidamente fueron acogidas en su red. Con el tiempo, la poesía visual y el arte correo han crecido y se han consolidado, fusionándose y confundiéndose en múltiples convocatorias y publicaciones que reproducen e incluyen indiscriminadamente a ambas expresiones. Finalmente, las dos especies híbridas, nacidas del cruce de fronteras y del desbordamiento, han terminado por contaminarse mutuamente y han dado cauce a un nuevo mestizaje creativo que desdibuja las diferencias y que las convierte, como sostiene el mexicano César Espinosa, en dos caras de una sola moneda.
En la actualidad, más allá de las exhibiciones y publicaciones especializadas, no hay muestra o revista de arte correo donde no encontremos poesía visual. Por un lado, tenemos poetas visuales que han ingresado al movimiento del mail art y que contribuyen con su poesía; por otro lado, algunos artistas correo, sin llegar a convertirse en poetas visuales, producen obra que se vale del repertorio formal de la poesía visual.

El desafío para el espectador o para el “lector” radica cada vez más en distinguir cuando nos enfrentamos a un poema visual y cuando a una pieza de arte correo. Podríamos pensar que sólo el propio creador es capaz de definir su trabajo. Recientemente, haciéndose eco de este pensamiento, el artista español Miguel Jiménez, coordinador del proyecto Taller de Zenón, ha lanzado una convocatoria en la que solicita que le envíen piezas de arte correo y poesía visual y que cada artista identifique al dorso su propia creación como perteneciente a una u otra expresión.

Lo que contribuye fuertemente a que arte correo y poesía visual se tornen prácticas intercambiables o idénticas, es que ambos movimientos convergen en una serie de recursos y procedimientos formales que van desde la producción de imágenes icónicas capaces de vulnerar los límites idiomáticos hasta la reapropiación y reprocesamiento de los mensajes de comunicación masiva, pasando por las técnicas de montaje, el collage, el letrismo y la dispersión semántica. Características sobresalientes de la poesía visiva o de la poesía intersignos como son las torsiones y las reformulaciones de sentido, se han trasladado en una considerable medida al campo discursivo del arte correo.

Tampoco hay que olvidar que existen coincidencias ideológicas que quedan expresadas en el rechazo a la comercialización, la ruptura anti-institucional o para-institucional y la tendencia a la distribución gratuita. Publicaciones de todo tipo (revistas, zines, catálogos, folletos, libros), en cantidades limitadas y gratuitamente distribuidas, son las vías tradicionalmente empleadas por ambos movimientos para intentar obtener visibilidad. Pero también, por fuera del circuito de ediciones alternativas o “underground”, se mantiene el intercambio directo por vía postal que caracteriza al arte correo; y que por efecto de contaminación se ha generalizado entre los practicantes de la poesía visual/experimental.

En cuanto a las instituciones, la tendencia a la producción y circulación por fuera de ellas o a pesar de ellas fue desde un principio una solución práctica ante la falta de interés o la indiferencia de las mismas. Al rechazo institucional de expresiones que se consideraban menores o demasiado impuras como para poder ser catalogadas y exhibidas en un museo, se le respondió con una actitud antiinstitucional por interpretar que las instituciones introducían en el campo de la creación conceptos como jerarquización, elitismo y mercantilización del arte.
Actualmente, ya lejos de cualquier ortodoxia, hay en el arte correo y la poesía visual una idéntica relación de ambigüedad respecto a los espacios de legitimación del sistema del arte; un vaivén no totalmente asumido entre la atracción y el rechazo que provoca reconocerse bajo el halo “sacralizador” del museo o la galería.

De cualquier modo, aunque la poesía visual y el arte correo entren y salgan de los museos y galerías, nadie puede atrapar y retener la potencialidad subversiva de sus manifestaciones. Ambos movimientos, en especial el arte correo, no rechazan ni evitan circular por las instituciones, pero sí continúan empeñándose en sustraerse a la institucionalización y a sus dispositivos que aprisionan y desactivan cualquier fuerza disruptora que pueda revelarse en los microterritorios del arte. En el caso del arte correo, la ruptura con lo institucional es de naturaleza casi conspirativa o bien “parasitaria”. Como explica el mail artista italiano Ruggero Maggi, “el mail art usa las instituciones en los sitios de las instituciones en contra de las instituciones”.

Por último, más allá de sus desbordes en el campo del arte, el mail art y la poesía visual también resquebrajan las nuevas fronteras de la globalización. Existe una inigualable textura intercomunicativa entre los artistas que opone a la globalización del desencanto, la deshumanización y el atropello de los poderes políticos y económicos hegemónicos una sorprendente utopía creativa que pretende globalizar la amistad, la paz y la solidaridad entre los hombres.

Especies híbridas y marginales, sabemos que el arte correo y la poesía visual sólo participan intersticialmente en el circuito del arte contemporáneo; pero en esta condición periférica radica la clave de su libertad, esa condición irrenunciable que le permite al arte continuar siendo irreverencia, revuelta y resistencia.
Junín, Buenos Aires, setiembre de 2008.

Ponencia presentada en el marco del Encuentro Internacional de Arte Correo y Poesía Visual FLUX 2008, en Río Claro, San Pablo, BRASIL. Curador: José Roberto Sechi.



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