lunes, 20 de diciembre de 2010

8ª BIENAL:


El cartel oficial (censurado)


8ª BIENAL:

*ANTI HOMENAJE A MELQUÍADES HERRERA*
(porque los poemas se hacen de sonido y de luz)



El director del Festival Internacional Cervantino, Araceli Zúñiga,
Andrés González Pagés y César Espinosa


Lo que verás aquí con los oídos y escucharás con los ojos son las no-páginas de un no- libro de poesía experimental escrito por artistas/sensonautas de todo el mundo/globo/mall. No es arte para marchands o coleccionistas. Son hojas sueltas, en el papel o en la pantalla. Se trata de formas divergentes, mestizadas, para leer y escribir el mundo desde otros ojos/oídos/sensores. La escritura como forma envolvente, sinestésica. La mano y la hoja de papel, el mouse, el modo y el modem…


La muestra, callejoneando...

Son formas –un golpe de dados (¿abolirá el azar?)– que hemos visto y digerido desde la publicidad y los medios de comunicación audiovisuales y, por supuesto, los digitales (la galaxia Internet, las comunidades espóricas, hasta nuestro punto Ge)… Y aquí merito, en este punto Ge, aparece con sus lentes de huevos estrellados Melquíades Herrera, el artista/instigador/provocador de la palabra, que nos descubría las otras maneras de escribir el arte, los otros modos, con y a través de objetos de la cultura popular mexicana. A él y a su irreverencia impura y transgresora, que eliminaba células muertas en el vecindario artistoso, está dedicada esta 8ª Bienal con un típico/clásico recordatorio


chirriante/
urticante/
contracultural/
regrésamelasipuedesmitoritonegro…


Roberto López Moreno: poema Négridas

¿Qué es y qué no es la "poesía experimental"? Hablamos de un conjunto multi/transdisciplinario y también de una verdadera sopa de letras en cuanto a corrientes que se entrecruzan, se entreveran (intertextuales), a herencias y herejías que siguen irradiando potencias creativas/transgresivas. Incluso en esta posmodernidad donde circulamos –neutros– como fantasmas.

Iniciadas en 1985 y principios de 1986, las bienales de poesía visual y experimental en México han intentado implantar y difundir en nuestro medio artístico la tradición y práctica del texto/acto sonorovisual poético –con antecedentes milenarios y expresiones en todos los movimientos de vanguardia del pasado siglo XX y las primicias de la actual (¿post?) y vuelta a empezar.

Entre las proliferantes formas que asume esta poesía de la intercodificación están las denominadas: visiva, concreta, aleatoria, evidente, fonética, gráfica, elemental, electrónica, automática, gestual, cinética, simbiótica, ideográfica, multidimensional, espacial, permutacional, casual, programada, cibernética, semiótica; a lo que se añaden prácticas como la poesía sonora, matérica, caligráfica, gimnástica, comestible, dinámica, imposible, o la “nueva escritura”, la “escritura englobante”, la videopoesía o la fotopoesía, y ahora la V-Poesía (virtual), entre otras variadas combinaciones y búsquedas. La mano y la hoja de papel…
Esta 8ª Bienal es una triada, una trinidad non sancta compuesta por tres acciones, a saber: primer acto, la exposición internacional con textos-obras de autores de alrededor de treinta países –retrospectiva de las siete bienales previas– y cuyo punto de unidad y (des)equilibrio es Melquíades Herrera; y aquí viene el segundo acto con la presencia de Maris Bustamante y su Corazón para Melquíades, de Mónica Mayer y Victor Lerma con su ofrenda virtual para Melquiades, pieza conceptual para Internet, así como el texto/corazón de Marisa Lara y Arturo Guerrero.



Lourdes Almeida, Guillermo Gómez-Peña y la Pocha Nostra

Más las obras del colectivo PEAC (Procesos y Estrategias del Arte Contemporáneo), a saber: reinterpretación del Concierto Coca-Cola, número 5, y Monografía de Melquíades Herrera, acciones colectivas, así como La Frontera, de Katnira Bello, Contracto (Futuras Reliquias), de César Cortés, y M68 y 4 Volantes del Conejo , de Victor Sulser. Finalmente, la pieza (de canicas y recuerdos) Deseos, de Pancho López. Para terminar con In Memoriam Interruptus, poema/serpiente de Araceli Zúñiga y César Espinosa.


Katnira Bello y Víctor Sulser (Colectivo PEAC)

Y, tercero, la presencia chispeante-sabrosa-amorosa de artistas mexicanos de muy diversas cocinas, hormos, hornillas, hornazas y fuegos (pirotécnicos) tecnológicos y trans/disciplinas: UNO es Música de Cámara, proyecto/manifiesto transdisciplinario (esto es, abolidas las fronteras), coordinado –y convocado– por Juan José Díaz Infante, junto con Arturo Márquez, a 20 años de haberlo presentado por primera vez, entonces con Ángel Cosmos(†1994). Hoy, este proyecto/manifiesto luce más fresco y rico que nunca.

César Cortes (PEAC)

Y DOS, LuX ’N’ Motion, concebido y coordinado por Damián Walsdorf, con la complicidad y talento de Pablo Corkidi, Claudia Pérez y Sara Hemsani. Ellos nos posibilitan un espacio para las nuevas escrituras (incluídas las de género, con Ximena Bedregal) textuales, visuales, virtuales, sensoriales. Destinadas a los nuevos prototipos de seres humanos que procesan, digieren y regurgitan al mundo de manera diferente, divergente, transgresora(mente) MelquiadesHerreriana. Eso es lo que investigó Melquiades Herrera: la utilización de todas las herramientas –manita de plástico incluida– a nuestro alcance para aprehender, desaprendiendo, las convencionales y castrantes limitaciones de la educación visual, sonora y emocional que signó nuestra (dis)formación escolar y familiar. Damián Walsdorf y Pablo Corkidi se meten de lleno a la reflexión acerca de las estéticas de lo por venir.


Y al final: ¿qué nos depara este incipiente siglo XXI? Vamos hacia una escritura CD ROM, una literatura de la computadora y el hipertexto: inestable, fractal. Aquí se funde el “signo fluido” desarrollado por Eduardo Kac en el marco de una poesía “work in progress”, en el sentido de Finnegans Wake, más cercana al funcionamiento real de nuestro cerebro. Sin olvidar el lápiz y la hoja de papel…



"El Reinito", Miguel Ángel Corona,
museógrafo del Cervantino

Es una pulverización electrónica del signo lingüístico, una verdadera Psibernética: una literatura del “psiberespacio”, donde cada cosa puede al fin de cuentas ser incierta, improbable e indeterminada, cuando la próxima frontera es nuestro propio cerebro: el “neuromundo”.

Esperamos tu visita y tu opinión, que creemos serán tan radicales y antisolemnes como las escrituras que aquí ponemos a tu personal neuro-emocional-cuántica-pragmática experiencia cognitiva. A la trama –crepitante/crocante– de la genómica & multimediada realidad glocal que nos envuelve… ¡ayy, mamita!

Para conjurar tantas cuanticidades del caos y la complejidad nada mejor que un objeto de placer/carcajada/piquete de ojos de la cumbancha Melquiadesherreriana, mismos que en un gesto/acto provocativo ritual son entregados por los miembros del colectivo PEAC, en un desplante terrorista-terrorífico para derribar algunas torres de marfil.

REUNIFICACIÓN: ARTE PARA TIEMPOS DE GUERRA

Con el final del siglo XX e inicios del nuevo siglo, en el marco de la operante globalización tecnológica, financiera y cultural, se vive también el llamado declive de los paradigmas o los metarrelatos, lo que trae consigo una marcada despolitización entre los pueblos y las nuevas generaciones. Aunque también presenciamos el repunte de posturas nacionalistas y brotes de fundamentalismos y neofundamentalismos que abren los escenarios para el terrorismo y la nueva “guerra preventiva” del renacido Big Brother George Bush II. Vivimos los tiempos de la guerra global: de la ultraderecha estadunidense contra el mundo entero.

En tal contexto crítico –de guerra permanente para el nuevo siglo–, es decisivo el papel a jugar por los sistemas de democratización y concientización en el terreno del arte y la cultura. Debe superarse el panfletismo y la retórica grandielocuente, pero es urgente que la gente conozca los hechos del neovandalismo ultratecnificado (recuérdese el Museo y la Biblioteca de Irak, devastados y saqueados impunemente) a través de mecanismos distintos a los grandes medios de editar y predigerir las noticias y los acontecimientos según los dictados del Pentágono.

Ese es el papel a seguir por los circuitos que han creado los artistas mismos, como es el caso del arte correo y de muchos de los artificios de la nueva tecnología digital electrónica, generada en innumerables laboratorios de los propios artistas. Los preceptos básicos del arte-correo, que aparecieron al parejo del diseño de la red descentralizada del Internet y la supercarretera de la información, sin lugar a dudas deben ser retomados y circular ahora por las venas abiertas de la globalización, que finalmente no es monopolio exclusivo de los grandes financieros y estrategas neoliberales, sino un canal abierto para la voz del común de la gente y los artistas como sus voceros.

Abordar este panorama de crisis y emergencia –de bifurcación, vórtice y autopoiesis, en la tesitura de las teorías del caos y la complejidad– hará preciso avanzar a grandes marchas para una redefinición a fondo de las concepciones sobre el arte y la creatividad libre. No es hora de proseguir las viejas discusiones del vetusto mundo del arte: “galeros”, marchands, subastas y especulaciones, pertenecientes a una visión exclusivista que está quedando como una reliquia arqueológica para coleccionistas.

Habrá que diseñar las nuevas rutas, nuevas formas de pensar y proyecciones para el trabajo innovativo del espíritu en los tiempos de la robotización y de la información en implosión exponencial. De otra forma, se nos viene encima el tecnoterrorismo de una sola potencia y un solo pensamiento sobre el mundo en glaciación entrópica. Con Poe, vale afirmar: nunca jamás.


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